domingo, 19 de agosto de 2012

EL CUENTO.


Algunas definiciones:
Carlos Mastrángelo, en su libro El cuento argentino, define el cuento de la siguiente manera:
  1. Un cuento es una seria breve y escrito de incidentes;
  2. de ciclo acabado y perfecto como un círculo;
  3. siendo muy esencial el argumento, el asunto o los incidentes en sí;
  4. trabados éstos en una única e ininterrumpida ilación;
  5. sin grandes intervalos de tiempo y espacio;
  6. rematados por un final imprevisto, adecuado y natural.
Es una narración breve y sencilla, puede ser oral o escrita, en la que se relata una historia tanto real o imaginaria. Además es breve por solo trasmitir un solo asunto o acción. El cuento tiene un número reducido de personajes. Los cuentos tradiciones transmiten generalmente una enseñanza o moraleja al lector.
Otras definiciones:
·        Narración breve, escrita generalmente en prosa, y que por su enfoque constituye un género literario típico, distinto de la novela y de la novela corta.
·        Breve relato de sucesos ficticios y de carácter sencillo, hecho con fines morales o educativos.
·        Relación de suceso - Relación de un suceso falso o de pura invención - Fábula que se cuenta a los muchachos para divertirlos.
·        Es un relato breve y artístico de hechos imaginarios. Son esenciales en el cuento el carácter narrativo, la brevedad del relato, la sencillez de la exposición y del lenguaje y la intensidad emotiva.
·        Breve narración en prosa, que desarrolla un tema preferentemente fantástico y cuyo fin es divertir.
·        Es una narración corta, breve, de hechos reales o ficticios, cuyo origen es la anécdota y su finalidad es entretener; a veces algo moralizadora.
·        Es un relato corto donde se narra una acción realizada por unos personajes en un ambiente determinado.
Diferencia del cuento y la novela:
Una característica estructural que lo diferencia de la novela es la frontera entre un cuento largo y una novela corta no es fácil de definir. Si bien la novela se estructura también como el cuento en exposición, nudo y desenlace, estas tres partes suelen tener una extensión aproximadamente igual, mientras que en el cuento existe una preponderancia de un solo nudo o núcleo alrededor del cual gira la historia.
Partes del cuento:
1.- Introducción, inicio o planteamiento:
La parte inicial de la historia, donde se presentan todos los personajes y sus propósitos. Pero fundamentalmente, donde se presenta la normalidad de la historia. Lo que se presenta en la introducción es lo que se quiebra o altera en el nudo. La introducción sienta las bases para que el nudo tenga sentido. En esta parte, el tipo de composición escrita que se utiliza es la descripción. En ella se dan a conocer:
·         Cuando sucede la historia: época o tiempo
·         Donde sucede la historia: lugares
·         Quién son los protagonistas y como son
2.- Nudo:
Desarrollo o nudo: Es la parte donde se presenta el conflicto o el problema de la historia, toma forma y suceden los hechos más importantes. El nudo surge a partir de un quiebre o alteración de lo planteado en la introducción. Es la parte más importante del cuento, la más jugosa y significativa, y también la más larga. En ella se diferencian dos instancias:
·         Problema: algo especial aparece o  sucede
·         Suceso: distintas situaciones y hechos para solucionar el problema. Suelen ser varias
Se cuentan todas las situaciones, líos, enredos y sucesos de los personajes.  La composición escrita más usual para esta parte es la conversación, porque los personajes hablan entre ellos, aunque también se utiliza la narración.
3.- Final y desenlace:
Donde se suele dar el clímax, la solución a la historia y finaliza la narración. Incluso en los textos con final abierto, hay un desenlace. Puede terminar en un final feliz o no. Existen muchas clases de final: feliz, triste, accidental, imprevisto, sorpresa, etc. Es la última parte del cuento y también la más corta. En ella debe terminar la historia. Pueden escribirse:
·         Conclusión: el problema se soluciona
·         Final: se vuelve a la normalidad y cotidiana.
El tiempo.
Las dificultades que se presentan al momento de ordenar la acción se deben a que los autores juegan con el tiempo en sus narraciones para lograr distintos efectos. Ésa es la razón por la que generalmente la novela y el cuento policiacos comienzan cuando el crimen o el delito ya se han cometido.
En ocasiones, en el caso del cuento, la trama de la obra adopta formas particulares, no lineales, que permiten mezclar el pasado con el presente; con ello, el cuento se torna más atractivo e interesante para el lector.
Existen algunos saltos temporales que son muy usados en la literatura con diversas finalidades, como elracconto y el flashback.
El racconto es un retroceso temporal extenso que se produce en un relato y sirve para recoger situaciones pasadas. El flashback también es un salto hacia el pasado, pero se diferencia del racconto porque es más breve.
El texto literario puede, además, tener un comienzo in media res, cuando la narración se inicia en un punto intermedio, por lo que el relato debe retroceder para recuperar el inicio; o un comienzo in extrema res, cuando el relato se inicia con el fin y después retrocede para conocer su desarrollo.
A partir de estos ordenamientos podremos comprender la trama. El ordenamiento temporal dosificará la información a la que accedemos con respecto a los personajes, a las claves que solucionan el enigma en el relato policiaco, o a un misterio que se ha abierto al realizar un viaje en el tiempo.
Tipos de cuentos:
La clasificación del cuento puede ser muy variada. Depende del punto de vista que adoptemos en cuanto a contenido, época literaria, enlace con la realidad, elemento sobresaliente, etc., lo que permite que un mismo cuento pertenezca a varios encasillados simultáneamente. Esbozaremos, en líneas generales, los principales tipos de cuentos que existen:
Cuentos en verso y prosa: los primeros se consideran como poemas épicos menores; los segundos son narraciones breves, desde el punto de vista formal. Los teóricos sajones, atendiendo a la extensión del relato, clasifican como novela corta toda narración que fluctué entre 10.000 y 35.000 palabras, y como cuento el relato que no sobrepase las 10.000 palabras.
Cuentos populares y eruditos: los primeros son narraciones anónimas, de origen remoto, que generalmente conjugan valores folclóricos, tradiciones y costumbres, y tienen un fondo moral; los segundos poseen origen culto, estilo artístico y variedad de manifestaciones.
Tanto unos como otros pueden subclasificarse en: infantiles, fantásticos, poéticos y realistas.
Cuentos infantiles: se caracterizan porque contienen una enseñanza moral; su trama es sencilla y tienen un libre desarrollo imaginativo. Se ambientan en un mundo fantástico donde todo es posible. Autores destacados en este género son Andersen y Perrault.
Cuentos fantásticos o de misterio: su trama es más compleja desde el punto de vista estructural; impresionan por lo extraordinario del relato o estremecen por el dominio del horror. Autores destacados en este género son Hoffmann y Poe.
Cuentos poéticos: se caracterizan por una gran riqueza de fantasía y una exquisita belleza temática y conceptual. Autores destacados en este género son Wilde y Rubén Darío.
Cuentos realistas: reflejan la observación directa de la vida en sus diversas modalidades: sicológica, religiosa, humorística, satírica, social, filosófica, histórica, costumbrista o regionalista. Autores destacados en este gnero son Palacio Valdés, Unamuno, Quiroga, etc.
Linkografía:
La gota de agua
Hans Christian Andersen
Seguramente sabes lo que es un cristal de aumento, una lente circular que hace las cosas cien veces mayores de lo que son. Cuando se coge y se coloca delante de los ojos, y se contempla a su través una gota de agua de la balsa de allá fuera, se ven más de mil animales maravillosos que, de otro modo, pasan inadvertidos; y, sin embargo, están allí, no cabe duda. Se diría casi un plato lleno de cangrejos que saltan en revoltijo. Son muy voraces, se arrancan unos a otros brazos y patas, muslos y nalgas, y, no obstante, están alegres y satisfechos a su manera.
Pues he aquí que vivía en otro tiempo un anciano a quien todos llamaban Crible-Crable, pues tal era su nombre. Quería siempre hacerse con lo mejor de todas las cosas, y si no se lo daban, se lo tomaba por arte de magia. Así, peligraba cuanto estaba a su alcance.
El viejo estaba sentado un día con un cristal de aumento ante los ojos, examinando una gota de agua que había extraído de un charco del foso. ¡Dios mío, que hormiguero! Un sinfín de animalitos yendo de un lado para otro, y venga saltar y brincar, venga zamarrearse y devorarse mutuamente.
-¡Qué asco! -exclamó el viejo Crible-Crable-. ¿No habrá modo de obligarlos a vivir en paz y quietud, y de hacer que cada uno se cuide de sus cosas?
Y piensa que te piensa, pero como no encontraba la solución, tuvo que acudir a la brujería.
-Hay que darles color, para poder verlos más bien -dijo, y les vertió encima una gota de un líquido parecido a vino tinto, pero que en realidad era sangre de hechicera de la mejor clase, de la de a seis peniques. Y todos los animalitos quedaron teñidos de rosa; parecía una ciudad llena de salvajes desnudos.
-¿Qué tienes ahí? -le preguntó otro viejo brujo que no tenía nombre, y esto era precisamente lo bueno de él.
-Si adivinas lo que es -respondió Crible-Crable-, te lo regalo; pero no es tan fácil acertarlo, si no se sabe.
El brujo innominado miró por la lupa y vio efectivamente una cosa comparable a una ciudad donde toda la gente corría desnuda. Era horrible, pero más horrible era aún ver cómo todos se empujaban y golpeaban, se pellizcaban y arañaban, mordían y desgreñaban. El que estaba arriba quería irse abajo, y viceversa.
-¡Fíjate, fíjate!, su pata es más larga que la mía. ¡Paf! ¡Fuera con ella! Ahí va uno que tiene un chichón detrás de la oreja, un chichoncito insignificante, pero le duele, y todavía le va a doler más.
Y se echaban sobre él, y lo agarraban, y acababan comiéndoselo por culpa del chichón. Otro permanecía quieto, pacífico como una doncellita; sólo pedía tranquilidad y paz. Pero la doncellita no pudo quedarse en su rincón: tuvo que salir, la agarraron y, en un momento, estuvo descuartizada y devorada.
-¡Es muy divertido! -dijo el brujo.
-Sí, pero ¿qué crees que es? -preguntó Crible-Crable-. ¿Eres capaz de adivinarlo?
-Toma, pues es muy fácil -respondió el otro-. Es Copenhague o cualquiera otra gran ciudad, todas son iguales. Es una gran ciudad, la que sea.
-¡Es agua del charco! -contestó Crible-Crable.