Las diferencias que existen entre los textos poéticos y los textos en prosa no son únicamente formales. La poesía es algo más que un discurso organizado en base a cierta cantidad de criterios morfológicos, como la versificación, la rima, las figuras literarias y los ritmos.
¿Qué es la poesía? (Comente su opinión con el grupo taller)
Tales criterios (versificación, rima, figuras literarias, ritmos) intervienen en distintos grados, pero no bastan para caracterizar la naturaleza «poética» de un discurso. Esta singular especificidad exige prestar atención no sólo a la materia verbal de que está constituido el mensaje, sino también a ciertas estructuras más profundas.
El poeta y crítico francés Paul Valéry dice que el estudio de este proceso debería investigar:
a) «los efectos propiamente literarios del lenguaje»,
b) «las invenciones expresivas y sugestivas que se han hecho para aumentar el poder y la penetración de la palabra».
Por tanto, el estudio de la «poeticidad» de un texto requiere, en primer lugar, establecer, clasificar y evaluar sus elementos expresivos.
¿Qué elementos utiliza usted para dar expresividad a su poesía? (Compártalo con su grupo taller)
Casi todos los actos lingüísticos (conversación, discurso, poema, etc.) acontecen en una determinada situación afectiva y manifiestan una emoción más o menos intensa. Los elementos afectivos se reflejan de algún modo en el lenguaje, y la descripción de tales elementos invita especialmente a buscar el valor expresivo de ciertos sonidos y de sus combinaciones.
¿En qué circunstancias suele escribir usted? (converse con sus compañeros de taller)
De hecho, la materia fónica (los sonidos de las palabras por separado y también en conjunto) ofrece un notable caudal de posibilidades expresivas, y todas las lenguas poseen palabras pintorescas, que presentan una forma curiosa y hasta grotesca. Los dialectos , los refranes y las jergas populares son en este sentido una mina inagotable de enseñanzas.
Particularmente notables en este campo de investigación son los procedimientos rítmicos, ya que el ritmo se aplica a la sustancia lingüística y agrupa varios acentos y articulaciones del discurso, asociándolos en una síntesis calculada para el oído. Igualmente expresivas son las figuras retóricas, que combinan con arte consonantes y vocales, como las aliteraciones o repeticiones del mismo fonema en la misma palabra o en el mismo enunciado, las paronomasias que enfrentan en una misma frase vocablos fonéticamente parecidos (ejemplo: compañía de dos, compañía de Dios) y las paradojas del tipo que muero porque no muero.
Es preciso tener presente, sin embargo, que la expresividad del discurso no es un fenómeno de la lengua como sistema abstracto de signos y de las reglas que gobiernan la combinación de los signos. La lengua en sí ofrece un rico arsenal de elementos fónicos y significantes; pero el caudal expresivo de ese acervo lingüístico es puramente potencial y debe ser actualizado en el discurso.
Tomados aisladamente, los signos lingüísticos (las palabras) tienen un significado virtual y no se refieren a una realidad determinada. Si buscamos una palabra en el diccionario, puede sorprendernos la pluralidad de sus significados.
Ejercicio: Busque en su Diccionario las siguientes palabras y lea sus diferentes acepciones: persona, espíritu, universo, estrella, saber.
La actualización de un significado con exclusión de los demás la realiza el hablante en un enunciado concreto. Si alguien dice, por ejemplo, ¡Qué alegría!, su exclamación puede expresar alegría o asumir, según el contexto, un tono sarcástico o irónico.
Cabe notar asimismo, que si un poeta intenta explorar los resortes secretos de la lengua y llevar hasta el extremo el ámbito de su libertad creadora, se encuentra siempre con un límite: el lenguaje que utiliza no debe perder su valor comunicativo. Las convenciones del discurso poético pueden ampliar e incluso modificar parcialmente las normas válidas para generar sentencias en el lenguaje funcional. Pero si el poeta quiere alcanzar para su obra una validez social, si quiere ser entendido –aunque sea sólo por una minoría– debe crear su propio modo de expresión dentro de las posibilidades que le ofrece la lengua.
Razones de eufonía pueden llevarlo a ordenar los signos de manera inusitada o a ensayar nuevas distribuciones; la búsqueda de un determinado efecto puede ampliar la significación del signo o difuminar sus límites para hacerlo ambiguo. Pero la libertad del poeta nunca llega hasta el extremo de alterar por completo el valor que tienen las palabras en el sistema funcional del que las ha tomado.
PARA TRABAJAR EN EL TALLER.
1) Identifique los elementos expresivos de un poema de Charles Péguy.
2) Los Salmos, como la poesía lírica en general, expresan una notable variedad de sentimientos. Busque en el Salterio textos que expresen: gozo, gratitud, confianza, dolor, arrepentimiento, indignación, humildad, esperanza, ternura, admiración, amargura, etc.
3) Trate de identificar las formas literarias utilizadas por los salmistas para expresar tales sentimientos.
¿Qué es la poesía? (Comente su opinión con el grupo taller)
Tales criterios (versificación, rima, figuras literarias, ritmos) intervienen en distintos grados, pero no bastan para caracterizar la naturaleza «poética» de un discurso. Esta singular especificidad exige prestar atención no sólo a la materia verbal de que está constituido el mensaje, sino también a ciertas estructuras más profundas.
El poeta y crítico francés Paul Valéry dice que el estudio de este proceso debería investigar:
a) «los efectos propiamente literarios del lenguaje»,
b) «las invenciones expresivas y sugestivas que se han hecho para aumentar el poder y la penetración de la palabra».
Por tanto, el estudio de la «poeticidad» de un texto requiere, en primer lugar, establecer, clasificar y evaluar sus elementos expresivos.
¿Qué elementos utiliza usted para dar expresividad a su poesía? (Compártalo con su grupo taller)
Casi todos los actos lingüísticos (conversación, discurso, poema, etc.) acontecen en una determinada situación afectiva y manifiestan una emoción más o menos intensa. Los elementos afectivos se reflejan de algún modo en el lenguaje, y la descripción de tales elementos invita especialmente a buscar el valor expresivo de ciertos sonidos y de sus combinaciones.
¿En qué circunstancias suele escribir usted? (converse con sus compañeros de taller)
De hecho, la materia fónica (los sonidos de las palabras por separado y también en conjunto) ofrece un notable caudal de posibilidades expresivas, y todas las lenguas poseen palabras pintorescas, que presentan una forma curiosa y hasta grotesca. Los dialectos , los refranes y las jergas populares son en este sentido una mina inagotable de enseñanzas.
Particularmente notables en este campo de investigación son los procedimientos rítmicos, ya que el ritmo se aplica a la sustancia lingüística y agrupa varios acentos y articulaciones del discurso, asociándolos en una síntesis calculada para el oído. Igualmente expresivas son las figuras retóricas, que combinan con arte consonantes y vocales, como las aliteraciones o repeticiones del mismo fonema en la misma palabra o en el mismo enunciado, las paronomasias que enfrentan en una misma frase vocablos fonéticamente parecidos (ejemplo: compañía de dos, compañía de Dios) y las paradojas del tipo que muero porque no muero.
Es preciso tener presente, sin embargo, que la expresividad del discurso no es un fenómeno de la lengua como sistema abstracto de signos y de las reglas que gobiernan la combinación de los signos. La lengua en sí ofrece un rico arsenal de elementos fónicos y significantes; pero el caudal expresivo de ese acervo lingüístico es puramente potencial y debe ser actualizado en el discurso.
Tomados aisladamente, los signos lingüísticos (las palabras) tienen un significado virtual y no se refieren a una realidad determinada. Si buscamos una palabra en el diccionario, puede sorprendernos la pluralidad de sus significados.
Ejercicio: Busque en su Diccionario las siguientes palabras y lea sus diferentes acepciones: persona, espíritu, universo, estrella, saber.
La actualización de un significado con exclusión de los demás la realiza el hablante en un enunciado concreto. Si alguien dice, por ejemplo, ¡Qué alegría!, su exclamación puede expresar alegría o asumir, según el contexto, un tono sarcástico o irónico.
Cabe notar asimismo, que si un poeta intenta explorar los resortes secretos de la lengua y llevar hasta el extremo el ámbito de su libertad creadora, se encuentra siempre con un límite: el lenguaje que utiliza no debe perder su valor comunicativo. Las convenciones del discurso poético pueden ampliar e incluso modificar parcialmente las normas válidas para generar sentencias en el lenguaje funcional. Pero si el poeta quiere alcanzar para su obra una validez social, si quiere ser entendido –aunque sea sólo por una minoría– debe crear su propio modo de expresión dentro de las posibilidades que le ofrece la lengua.
Razones de eufonía pueden llevarlo a ordenar los signos de manera inusitada o a ensayar nuevas distribuciones; la búsqueda de un determinado efecto puede ampliar la significación del signo o difuminar sus límites para hacerlo ambiguo. Pero la libertad del poeta nunca llega hasta el extremo de alterar por completo el valor que tienen las palabras en el sistema funcional del que las ha tomado.
PARA TRABAJAR EN EL TALLER.
1) Identifique los elementos expresivos de un poema de Charles Péguy.
2) Los Salmos, como la poesía lírica en general, expresan una notable variedad de sentimientos. Busque en el Salterio textos que expresen: gozo, gratitud, confianza, dolor, arrepentimiento, indignación, humildad, esperanza, ternura, admiración, amargura, etc.
3) Trate de identificar las formas literarias utilizadas por los salmistas para expresar tales sentimientos.